Una investigación procedente de la Universidad de Stuttgart ha desarrollado el proyecto HygroShell, que utiliza y explora las propiedades higroscópicas de la madera mediante métodos computacionales avanzados para simular cómo se comportará la madera de una estructura, con el objetivo reducir la cantidad de madera necesaria en la construcción de edificios y por tanto hacerlos más asequibles.
Hygroshell es un sistema de construcción autoformable para implementar estructuras de superficie curvas y ligeras hechas de madera. El sistema utiliza las propiedades higromórficas inherentes de la madera, que se contrae al secarse. El diseño computacional puede predecir esos cambios para guiar el material hacia la forma deseada.
Así, el equipo investigador de Hygroshell creó perfiles digitales de cientos de tablas recién aserradas utilizando datos sobre el contenido de humedad o la orientación de la fibra. Esos parámetros se introdujeron en un software de modelado que predijo cómo se distorsionarían las tablas a medida que se secaban y simulaba cómo organizarlas para lograr la estructura deseada. Posteriormente, se utilizaron fresadoras robóticas para crear las uniones que mantenían unidos los paneles a medida que se desarrollaba la pieza.
HygroShell aprovecha las propiedades higromórficas de la madera construyendo láminas bicapa de capas cruzadas: una capa “activa” más gruesa con un alto contenido de humedad y una capa “restrictiva” más fina con un bajo contenido de humedad. Las láminas bicapa se curvan cuando la madera de la capa activa empieza a secarse y a encogerse.
Los investigadores estiman que los elementos curvos autoformados, podrían reducir a la mitad los requisitos de material para ciertas características estructurales en un edificio de madera en altura.